Hotel Quito: una joya patrimonial en disputa
A finales de la década de los cincuenta, el recién construido Hotel Quito fue la ventana de la capital al mundo. Obra del arquitecto estadounidense, Charles Foster McKirahan, en este bien confluyen elementos que lo hicieron un referente de la arquitectura de la época y un espacio con un gran valor social, histórico y cultural. Actualmente, un proyecto inmobiliario podría apagar a este emblemático edificio quiteño. Colectivos luchan para que esto no suceda.
En 1954, Quito fue designada por la Organización de Estados Americanos como sede de la XI Conferencia Interamericana de Cancilleres, por lo que el gobierno de esa época se enfocó en mostrar una capital moderna, sobre todo en lo que respecta a su arquitectura. Fue así cómo, durante ese año, en Quito se construyeron varias edificaciones como el Palacio Legislativo, el Ministerio de Relaciones Exteriores, los aeropuertos de Quito y Guayaquil y el Hotel Quito. Este edificio fue diseñado por el arquitecto estadounidense Charles Foster McKirahan y se inauguró en 1960, a pesar de que la conferencia no se realizó.
En 1998, el Instituto Metropolitano de Patrimonio, declaró al Hotel Quito como un bien perteneciente al Patrimonio Cultural Nacional. A pesar de esto, Rocío Bastidas, vocera del Cabildo Cívico de Quito, afirma que, en los últimos años, el hotel ha enfrentado varias modificaciones en su estructura interna y externa. Estos cambios han puesto en riesgo ciertas características únicas que posee el hotel. Ante esto, los vecinos del barrio se han organizado para protegerlo y hacer que se cumpla lo estipulado en la ley, en cuanto a su condición de bien patrimonial.
El Colegio de Arquitectos del Ecuador y el DOCOMOMO Ecuador –instancia enfocada en investigar, documentar, catalogar, preservar y defender la arquitectura moderna en el país– explican, a través de en un documento técnico, el valor del Hotel Quito, desde todos los ámbitos que lo componen: lo arquitectónico, histórico, social y urbanístico.
Según el arquitecto Andrés Núñez Nikitin, Charles McKirahan –arquitecto que construyó el hotel– logró combinar en su diseño estilos de varias construcciones predominantes de la época. Explica que, entre ellas, está la arquitectura del sur de la Florida, la cual se caracteriza por tener un estilo conocido como Miami Modern “MIMO”. También están presentes rasgos de la arquitectura brasileña y elementos propios de los complejos religiosos de Quito.
En el documento señalado se explica que parte del valor arquitectónico se refleja en la manera en la que se diseñó el hotel, ya que la edificación tuvo que ajustarse a la complicada geografía del terreno. “La forma en que Charles McKirahan se insertó en el lugar con una arquitectura horizontal y sensual es un ejemplo magnífico de la arquitectura en toda la región”, manifiesta Núñez. El Hotel Quito fue construido en la cúspide de la colina de Guápulo, sector conocido tradicionalmente como «la Pata de Guápulo».
Implantación de la arquitectura y paisaje originales del Hotel Quito con sus predios constituyentes, Premio al Ornato del Municipio de Quito, 1961.
Cortesía de Archivo Andrés Núñez Nikitin
El edificio, desde su construcción, integraba siete áreas. Actualmente, algunas de las áreas originales han sido derrumbadas, como el cuarto y quinto piso; otras, en tanto, han sido modificadas, como el casino del hotel, que ahora es una discoteca.
En cuanto al valor histórico, Rocío Bastidas mencionó que el Hotel Quito fue una de las primeras obras que otorgó a Quito el carácter de ciudad moderna y motivó el diseño de nuevas construcciones en la ciudad. Esta fue una obra única que representó la transición entre lo tradicional y lo moderno y reflejó, de alguna manera, también un avance desde lo económico.
El Hotel Quito, además, posee un gran valor social y cultural, conocido de sobra por los quiteños. Ha sido sede de grandes celebraciones de la capital y punto de encuentro de personalidades de todo el mundo. Uno de los eventos que más ha marcado la relación entre los quiteños y el hotel, son las tradicionales Fiestas de Quito. Cuando en Quito, a propósito de sus fiestas, se realizaba la Feria Taurina Jesús del Gran Poder –una de las más representativas de América–, en el hotel se congregaba todo lo relacionado a ella: toreros, bailarinas de flamenco, periodistas taurinos y todo aquel que quería seguir la fiesta después de la plaza. Testigo de esto fue el periodista Gonzalo Ruiz, quien cubrió varias ediciones de la Feria Jesús del Gran Poder y fue el responsable de la sección taurina de Diario El Comercio, desde 1995 hasta 2021. “La mayoría de los toreros extranjeros se hospedaban en el Hotel Quito. Si uno entraba al hotel, veía disfrutar a las grandes figuras”, cuenta Ruiz. En torno a la Feria, en el hotel, se realizaban varias actividades artísticas y culturales y se transmitía el programa de televisión en el que, cada noche, se comentaba sobre la jornada taurina. Estos elementos, entre otros, hicieron que el Hotel Quito se convierta en una ventana para la capital, hacia el mundo.
Foto: Luis Pacheco, Panagra.
Cortesía de Archivo Andrés Núñez Nikitin
¿Qué pasa hoy con el Hotel Quito?
En el año 2016, el Hotel Quito pasó de ser propiedad de la empresa Quito Lindo S.A., a pertenecer a la empresa China Road and Bridge Corporation. Habitantes de La Floresta, así como vecinos de barrios aledaños como La Paz y González Suárez, han denunciado a la Fiscalía General del Estado varios actos que consideran ilícitos e irregulares en el proceso de transferencia del hotel. Entre ellos está la construcción de un proyecto inmobiliario.
Ante esto, los vecinos se han agrupado para elevar su protesta. Esto ha dado como resultado la conformación de varios colectivos que defienden este emblemático lugar: el Comité Pro Mejoras del Barrio La Floresta, el Cabildo Cívico de Quito, el Colectivo Hotel Quito es Quito y la Mancomunidad de Barrios del Hipercentro de Quito, entre otros. Estas agrupaciones exigen el cumplimiento de las políticas que protegen al hotel, a través de los entes estatales que son: el Ministerio de Cultura y Patrimonio, el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, el Municipio de Quito y el Instituto Metropolitano de Cultura. A través de varios plantones que se han realizado a las afueras del hotel, estos grupos de ciudadanos han expresado su inconformidad ante los planes de la empresa a la que ahora pertenece el hotel con respecto a la edificación.
Durante los últimos veinte años, la infraestructura del edificio y del terreno han sido modificadas por las operadoras que han manejado el hotel. Se han adicionado construcciones en el perímetro de la construcción y se han alterado algunos acabados interiores. Sin embargo, el diseño original del hotel aún podría ser recuperado, según los expertos.
Rocío Bastidas, vocera del Cabildo Cívico de Quito, afirma que se debe cumplir con la normativa de restaurar el diseño original de este bien patrimonial ya que, por tener este estatus, el bien está protegido ante cualquier amenaza que atente contra su diseño –o, al menos, debería estarlo–. “Le quieren deteriorar al Hotel Quito, para que cuando esté completamente cambiado, digan: ‘ya no es patrimonial’, lo tumben y construyan las torres”, señala Bastidas.
Los vecinos del barrio y de sus alrededores, desde siempre han tenido claro el rol que cumple el Hotel Quito dentro de la ciudad y, por ello, han buscado y seguirán buscando su protección.
Foto: Ken Gosney, InterContinental Hotels.
Cortesía de Archivo Andrés Núñez Nikitin
El Hotel Quito es un bien patrimonial de la ciudad en su INTEGRALIDAD. No puede ser retaceado en pedazos para venderlos al mejor postor. Una joya arquitectónica no puede ser botín económico de grupos inmobiliarios. Gracias por este reportaje que recoge su historia, tradición y legado