Salinerito: 50 años de trabajo en comunidad
En todos sus rincones La Floresta alberga marcas de todo tipo, varias de ellas llevan décadas en el mercado y se caracterizan no solo por los productos que venden, sino por la visión que tienen y por su historia. Una de ellas es Salinerito, un referente de la industria láctea que por medio siglo ha resaltado el trabajo de la comunidad de Salinas.
La historia de Salinerito data de hace más de 50 años cuando nació en la provincia de Bolívar. Fue en la década de los setenta cuando un grupo de padres Salesianos llegó al pueblo de Salinas, ubicado en esta provincia, con la misión de mejorar los caminos, según explica Leonardo Morales, encargado de la comercialización de la zona centro- norte del país. Si bien los padres salesianos, al principio de su llegada, se dedicaron a este objetivo, pronto se dieron cuenta del potencial que existía en la producción de quesos, lo que marcó el nacimiento de Salinerito.
Uno de los momentos claves dentro del desarrollo de la marca fue la colaboración de José Duback, un técnico suizo quien tenía experiencia en la producción de quesos. Duback no solo aportó conocimientos técnicos, sino, también, pasión por la calidad y la excelencia, lo que se convertiría en el sello distintivo de esta marca ecuatoriana. Las enseñanzas de Duback se enfocaron en técnicas de producción, lo que permitió que se ampliara la gama de productos.
Con el tiempo, Salinerito logró ir a más allá de Salinas y llegar a diferentes lugares de la provincia y del país. Un hito importante en esta expansión fue cuando abrieron su primer punto de venta en Quito, específicamente, en el sector de Santa Clara. “En Santa Clara tenemos un punto de venta que tiene más de 40 años; ahí tuvimos los primeros productos que comenzamos a comercializar”, añade Morales.
Pero no solo el barrio Santa Clara acogió a Salinerito, sino, también, La Floresta, desde, aproximadamente, 30 años. Aquí se ha ganado un lugar especial en el corazón de los vecinos, ofreciendo un ambiente acogedor y familiar dentro de su local. En el barrio, Salinerito se encuentra ubicado en el edificio llamado “Queseras de Bolívar”. Este nombre refleja el vínculo de la marca con las queseras de la provincia de Bolívar, el cual se ha mantenido a lo largo de los años. Hasta la actualidad, la empresa trabaja en colaboración con los habitantes de Salinas y otras comunidades, permitiéndoles tener voz y voto en las decisiones relacionadas con los productos y el negocio en general, según explica Morales.
Salinerito es una marca que cree en la participación comunitaria y en el desarrollo sostenible de las comunidades, además de buscar siempre resaltar el trabajo de cada uno de sus colaboradores.
En su local, junto a sus productos, se destacan otros que pertenecen a emprendedores locales, por lo que también es una marca que contribuye a dinamizar la economía, apoyando a las pequeñas marcas. “Aparte de nuestra línea de productos que comercializamos en la tienda, tenemos productos complementarios. Lo importante de estas ventas es que tratamos de perchar o exhibir productos de pequeños emprendimientos que van surgiendo y que, obviamente, tienen su valor agregado”, puntualiza Morales.
Dentro de la Floresta, Salinerito está posicionada como una marca reconocida y con historia. Más que una empresa dentro del campo de los lácteos, es toda una comunidad que trabaja desde Salinas de Bolívar para el mundo.