Agua limpia para mejorar la salud en Chugchilán
Como sucede en varias comunidades rurales del país, en Chugchilán los habitantes enfrentan problemas de salud debido a la contaminación del agua. A través de un proyecto de vinculación con colectividad desarrollado por las carreras de Biomedicina y Biología de la PUCE, la comunidad aprende a cuidar del liquido vital para evitar enfermedades e impulsar un ambiente seguro.
Una vez puestas las probetas en su lugar y analizadas las muestras, los alumnos de sexto y séptimo semestre de las carreras de Biomedicina y Biología de la PUCE, Ainoha Carvajal, Shantal Gallardo, Anthony Ochoa y Victoria Urbina, salen del laboratorio rumbo a sus casas, con la satisfacción de haber hecho una gran labor que, más allá de contribuir a sus horas de servicio comunitario, aportará en la mejora de las condiciones del agua y del suelo de la comunidad de Chugchilán.
Situada en el cantón Sigchos, al noroccidente de la provincia de Cotopaxi, Chugchilán es una parroquia con alrededor de 6 000 habitantes. Es un lugar acogedor, apacible, rodeado de montañas, reconocido, principalmente, por ser el hogar del volcán Quilotoa. Como toda comunidad de la Sierra, presenta algunas problemáticas, una de ellas es la contaminación de sus fuentes de agua. Dados diversos factores, como el deterioro de sistemas de distribución, deforestación, mal almacenamiento de residuos agrícolas, condiciones adversas de los suelos, entre otros, el líquido vital en esta zona está contaminado. Esto causa malestar en los habitantes, ya que no pueden realizar fácilmente sus actividades cotidianas como, por ejemplo, lavar sus alimentos, cepillarse los dientes o preparase una taza de café. Para lograrlo, primero deben purificar el agua, sin embargo, para esta tarea no siempre tienen los instrumentos necesarios: en más de una ocasión deben improvisar. Esto perjudica su calidad de vida, puntualmente, su salud, la cual se ve comprometida al enfrentar problemas gastrointestinales, parasitosis intestinal o intoxicaciones.

Ante este escenario, la PUCE protagoniza un rol activo para prevenir esta problemática, a través de uno de los proyectos de vinculación que desarrolla. Se trata del proyecto realizado por las carreras de Biomedicina y Química, coordinado por la profesora Jennifer Yánez, enfocado en que la población aprenda a identificar los factores que pueden contaminar el agua y sepa cómo prevenir esta situación y de esa manera mejor su calidad de vida.
La labor de la Vinculación en la PUCE es una tarea multidisciplinaria, la cual implica la fusión de varias ramas del conocimiento, así como también la participación de varios estudiantes y profesores que trabajan en conjunto para contribuir a mejorar la realidad de poblaciones ubicadas en distintos sectores vulnerables del país.
Como parte de este proyecto, los estudiantes impartieron talleres, a través de los que capacitaron a los habitantes sobre la calidad del agua y del suelo y sobre cómo manejar el agua que consumen para evitar riegos en la salud. Asimismo, les enseñaron a recoger muestras de agua y suelo de forma correcta y segura.

Estas muestras serán analizadas en los laboratorios de la PUCE, en Quito, para detectar los microorganismos presentes y, de acuerdo a eso, determinar el mecanismo pertinente para seguir ayudando a la comunidad a mejorar su realidad en relación a su consumo de agua y utilización del suelo. De esta manera, las muestras que viajan desde Chugchilán hasta Quito representan la unión entre la ciudad y el campo, entre teoría y práctica, entre universidad y comunidad, entre estudiantes y habitantes que trabajan en conjunto para alcanzar el bienestar de la comunidad.
“Este proyecto nos ayuda, principalmente, a mejorar la salud de las comunidades que no tienen tanta visibilidad en nuestro país. Así es cómo nosotros podemos aportar nuestro granito de arena para ayudar y dar a conocer cómo se encuentra el agua en Chugchilán”, señala Ainoha Carvajal, estudiante de la carrera de Biomedicina.
Cuando el agua se encuentra en mal estado, automáticamente todos lo estamos, inclusive, si no nos afecta directamente. Es responsabilidad de todos cuidar del líquido vital y contribuir al bienestar y equilibrio ambiental del mundo.


