El epicentro de las tendencias
La Floresta se ha convertido en un imán para proyectos innovadores, especialmente en el ámbito de la moda. Este barrio, conocido por su ambiente artístico y su mezcla única de tradición y modernidad, ha sido testigo de una transformación en los últimos años, donde lo artístico y lo comercial se fusionan. En este contexto, marcas como Shamuna, Lua y Mane Silva han encontrado en el sector un espacio lleno de creatividad, ideal para desarrollar sus propuestas de moda.
La calle se ha convertido en una pasarela de estilos. Las marcas de moda instaladas en el barrio, no solo venden productos, sino que ofrecen una experiencia que se alinea con la identidad de la zona: auténtica, audaz y en constante evolución. Además, el entorno de La Floresta permite que cada marca se apropie de la esencia del lugar, creando espacios que invitan a los vecinos y visitantes a descubrir no solo prendas, sino historias y tendencias locales. La cercanía entre diseñadores y consumidores ha generado un ambiente de comunidad donde la moda se siente cercana y personal, elevando la importancia de la relación entre las marcas y el barrio. En el siguiente video, las creadoras de estas marcas compartirán por qué eligieron a La Floresta como el hogar de sus tiendas.
El hecho de que varias marcas escojan a La Floresta como su espacio de exhibición, refleja la transformación que el barrio ha tenido hasta convertirse en el epicentro de la moda y creatividad de la ciudad. A medida que más marcas se suman, La Floresta se consolida como un referente para quienes buscan autenticidad y estilo, haciendo de este barrio un espacio donde la moda no solo se consume, sino que se vive y se experimenta. Esta tendencia se ve reflejada también en la formación de nuevos talentos. El Instituto Metropolitano de Diseño –La Metro–, vecino del barrio, se ha posicionado como un lugar clave para quienes desean aprender y perfeccionar sus habilidades en el diseño de modas, ofreciendo una formación que va más allá de la simple técnica, enfocándose también en la creatividad y la innovación. Aquí, los estudiantes no solo aprenden a confeccionar prendas, sino a crear propuestas que dialogan con el entorno y que pueden aportar a la evolución de la moda local. Conoce más sobre ellos en la siguiente nota.


